La suplementación con creatina:

1. permite mantener un esfuerzo máximo durante más tiempo de lo habitual, así como recuperarse más rápido entre series. 
2. Es beneficiosa para aquellos entrenamientos con series repetidas de alta intensidad. 
3. Estimula la síntesis proteica y la hipertrofia muscular (crecimiento del músculo) llevando agua a las células musculares, por lo tanto, incrementan la masa corporal magra y reducen la acidez muscular, de este modo permiten que se genere más ácido láctico antes de que aparezca la fatiga. 
4. Reducen la degradación proteica del músculo después del ejercicio intenso, esto genera mayor fuerza y mejor capacidad para efectuar series repetidas.

La clave para una buena suplementación con creatina consiste en tomar pequeñas cantidades y ralentizar la velocidad de absorción intestinal. De este modo incrementamos la posibilidad de que la creatina ingerida termine en las células musculares y no en la orina.

El principal efecto adverso es el aumento de peso. Esto se debe, en gran parte, al aumento de agua de las células musculares y a que hay más tejido muscular. Esto es deseable para culturistas y personas que entrenan con pesas, pero puede ser una desventaja en deportes donde existe una relación ideal entre el peso corporal y la velocidad o en deportes con categorías de peso. Es cuestión de sopesar los potenciales beneficios y las posibles desventajas.

Es importante tener en cuenta, que este tipo de suplementaciones, a corto plazo y con dosis bajas o moderadas, pueden parecer seguras, pero a largo plazo y/o dosis elevadas, no son del todo conocidas en cuanto a sus efectos en el organismo.

Entrenar es mejorar, pero no al precio de empeorar en salud. Cabeza!