Mujer Deportista

LA MUJER DEPORTISTA

La mujer deportista es más propensa, que la no deportista, a padecer trastorno de la conducta alimenticia, anemia ferropénica, amenorrea y pérdida de densidad ósea. 
En muchos deportes prima el hecho de estar delgado o conseguir un peso corporal muy bajo. Para lograr este objetivo, muchas deportistas, siguen programas de entrenamiento intensos y excesivos, que combinan con una dieta restrictiva. En muchas ocasiones, independientemente del deporte que se realice, el factor psicológico que asocia deporte a cuerpo delgado, genera una preocupación obsesiva por el peso corporal y la ingesta calórica, lo cual termina en un TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTICIA. 
Cuando la ingesta dietética es baja y el entrenamiento es intenso, se da un aumento de pérdidas de sangre, ello lleva a sufrir, con probabilidad, la llamada ANEMIA FERROPÉNICA, que es una deficiencia de hierro en la sangre. 
Las deportistas, que por lo general, consumen menos calorías de las necesarias para desarrollar una actividad física, sufren, con frecuencia, trastornos menstruales o AMENORREA. Esto sucede porque el cuerpo hace una adaptación para conservar energía, es decir, trata de ahorrar energía economizando los costes energéticos de la menstruación "clausurando" el funcionamiento menstrual normal. 
La amenorrea es un estado clínico del sobreentrenamiento debido a los efectos contraproducentes que tiene sobre muchos sistemas corporales. Uno de los efectos más graves es la REDUCCIÓN DE LA DENSIDAD ÓSEA y el aumento del riesgo de osteoporosis precoz y fracturas por sobrecarga. Esto se debe, primariamente, a los niveles bajos de estrógenos (hormona sexual femenina que segregamos durante el embarazo) y la progesterona (hormona sexual femenina encargada de preparar el útero para recibir al óvulo). Estas hormonas actúan directamente sobre los osteocitos (células óseas) para mantener el recambio metabólico óseo. Cuando bajan los niveles hormonales, la degradación natural del hueso viejo supera la velocidad de formación de hueso nuevo. El resultado es una pérdida de minerales óseos y de densidad ósea. En ese punto, el entrenamiento ya no tiene un efecto positivo sobre la densidad ósea, no puede compensar los efectos negativos de los bajos niveles de estrógenos y progesterona. 
La amenorrea o disfunción menstrual, tiene muchos efectos negativos sobre el rendimiento, todos ellos relacionados con los bajos niveles de estrógenos. Entre estos efectos se incluyen lesiones de los tejidos blandos, fracturas por sobrecarga, curación lenta de las lesiones y capacidad reducida para recuperarse de las sesiones de entrenamiento. 
- Cómo tratar una disfunción menstrual.
Si mantenemos entrenamientos intensos, somos conocedoras de la baja ingesta calórica y sufrimos amenorrea durante tres meses, debemos buscar consulta médica. Un especialista como pueda ser un ginecólogo, un médico deportivo, un endocrinólogo o un osteólogo. También sería adecuado plantear un asesoramiento de un bromatólogo deportivo, fisiólogo del ejercicio o un psicólogo deportivo. 
El tratamiento se centrará en reajustar el programa de entrenamiento y recuperar un nivel de grasa corporal óptimo. 
En cuanto se mejora la dieta y se ajusta el entrenamiento, se mejora el equilibrio energético, en un plazo de tres meses, aproximadamente, retorna la menstruación y el rendimiento mejora. 
- Diferencia entre anemia ferropénica y anemia deportiva. 
La anemia ferropénica es igual de frecuente en las mujeres deportistas que en las que no lo son. 
La anemia ferropénica se produce cuando hay INsuficiente hemoglobina para cubrir las necesidades del cuerpo. Se caracteriza por una concentración baja de hemoglobina en la sangre y/o un nivel bajo de ferritina, la forma en la que se almacena el hierro. 
La anemia deportiva, no es realmente una anemia. Es una consecuencia del entrenamiento aeróbico regular, que provoca un aumento de la volemia (volumen de sangre circulante). Como resultado, los eritrocitos (glóbulos rojos) están más diluidos y las mediciones de la hemoglobina y la ferritina parecen menores porque se han "aguado". La anemia deportiva no mejora aunque se suministren suplementos de hierro. 
- Síntomas de la anemia ferropénica. 
Los principales síntomas son: fatiga, cefaleas, aturdimiento y apnea por encima de lo normal durante el ejercicio. Para diagnosticarla es necesario un análisis de sangre ya que, la fatiga y el cansancio se asocian con el estrés y muchas otras enfermedades. La anemia afecta al rendimiento aeróbico, así pues, si se observa un descenso inexplicable del rendimiento y se siente demasiado cansancio a pesar de hacer mucho reposo, sin presentar otros síntomas, es oportuno solicitar análisis de sangre. 
- Alimentos que contienen hierro. 
Los alimentos ricos en hierro son: la carne roja, aves de corral, pescado, legumbres, productos integrales, verduras de hojas verdes y oscuras, huevos y frutos secos. 
El hierro se absorbe con más eficacia cuando se encuentra en forma ferrosa, como en las fuentes animales. Cuando se encuentra en forma férrica, como en las fuentes vegetales, se absorbe con menor eficacia. Sin embargo, la absorción mejora en presencia de vitamina C y otros ácidos de la fruta, por ello es beneficioso tomar fruta, verdura o zumos ricos en vitamina C junto con los alimentos que contengan hierro.

Campeonato de Madrid

Club de la Lucha Las Tablas - Calle Isabel Colbrand 10 - Nave 19 , 28050 Madrid-  629 76 54 04